El doctor Eduardo Lovo ha destacado en El Salvador por su talento en el mundo de la medicina, particularmente en la compleja neurología. Pero también por su cruzada personal contra la corrupción, que no para de denunciar en cada oportunidad. En esta entrevista, Lovo explica su diagnóstico -con las habilidades de un buen médico- de la situación salvadoreña.

 

En los últimos meses usted ha emprendido una cruzada personal para denunciar la corrupción en el país y cómo nos afecta como sociedad y como individuos. ¿Qué lo ha motivado a esta cruzada?

El esfuerzo sobre corrupción fue basado en estudios de ciencias cognitivas tratando de encontrar una explicación al fenómeno de las maras, que dicho sea de paso impresiona que se están convirtiendo en ejércitos radicales. Lo que demoró casi seis meses entender, es que el fenómeno de las maras estaba directamente relacionado a una toma de decisiones aberrante de los funcionarios públicos, motivada por la búsqueda de poder, o sea, Gran Corrupción. Evidencia reciente que ha salido a la luz de negociaciones, concesiones y relaciones familiares de figuras gubernamentales con el narcotráfico han dado la razón al estudio. Si no hay transparencia en el Estado, no habrá paz.

 

Una de sus tesis sostiene que la falta de transparencia y corrupción acaba prematuramente con la vida de miles de salvadoreños. ¿Puede explicarnos eso?

El sistema político actual está basado en mentiras oficiales, siempre hay agendas o intereses ocultos. A pesar del Instituto de Acceso a la Información Pública y recientes actuaciones de la Sección de Probidad existe mucho secreto. El secreto en el Estado es repugnante, nada bueno sale de eso. Te preguntarás, ¿por qué no hay medicamentos en los hospitales? ¿Por qué cientos mueren por no tener acceso a tecnología o tratamientos? Esto no es inventado por supuesto, la evidencia la conoce el gremio médico y está en las morgues. La corrupción es la causante de la falta de recursos en los hospitales; cuando hay corrupción las licitaciones son amañadas y en general, del dólar destinado a salud una parte de ello se va a pagar al populismo y no al paciente. La falta de transparencia te lleva, entre otras cosas, a la ineptocracia, es decir, que los ministerios y hospitales muchas veces estén siendo manejados no por capacidad probada del profesional, sino por compadrazos, lealtad o favores políticos, esto en salud mata. Ve el ejemplo del director del hospital militar, un coronel retirado en la época de los 90, especialista en transmisiones que entró con Funes y continúa allí. Claramente él no es el único.

Cuando no hay educación y seguridad en las escuelas, el resultado es el mismo, los niños acaban ingresando a maras o los matan más adelante de frentón. La causa de que no hayan los derechos básicos constitucionales es debido a las mentiras, a las promesas falsas de la mayoría de politicos.

 

¿Cómo puede contribuir el ciudadano común a corregir este rumbo que hemos llevado históricamente en el país?

Las democracias más fuertes están en los países más prósperos, estos sistemas han sido creados por medio de la presión ciudadana, cuando los ciudadanos exigimos transparencia elevamos el costo social de la corrupción y los funcionarios hacen mejor su trabajo. Entre más educado es el pueblo la corrupción es menor y sus efectos menos deletéreos. Lo valioso de estos últimos meses es que la corrupción estaba en el subconsciente de la sociedad en nuestro país, por ende, era como que casi no existía. Acontecimientos nacionales e internacionales lograron que la corrupción pasara al consciente. ¿Te recuerdas cuando Sánchez Cerén ingenuamente dijo que su gobierno estaba libre de corrupción? Ahora resulta que el informe más reciente del Secretario de Estado, John Kerry sobre El Salvador nos describe como un país con “corrupción generalizada”. O sea, pasamos de 0 a 100, la realidad es que somos una cultura corrupta. El ciudadano común puede ser corruptor o corrupto, si no pregúntale al gremio de abogados, los medios, constructores o al gremio médico sobre las comisiones. Los políticos no son alienígenas, salen de la sociedad civil.

 

¿Nos hemos acostumbrado los salvadoreños a este estado de las cosas? ¿Cree que nos hemos resignado? ¿Cómo podemos salir de esa resignación?

Hay varias hipótesis sobre la apatía: la primera tiene que ver con algo llamado anomia, lo cual en resumen quiere decir que la realidad duele tanto que preferimos ignorarla. Sin embargo, la mayoría no puede ignorar la realidad, pero tenemos miedo ¿Claro a quien le reclamo? Si pareciera ser que los encargados de protegernos son los malos de la película. Hay un sector que tiene miedo, pero no a daño físico, tiene miedo a ser el único que reclama, tiene miedo a la crítica, al qué dirán. Se nos ha enseñado desde chiquitos que la política es sucia, lo hemos escuchado casi a diario ¿por qué quisieras ser parte de ello? Lo que nadie nos explicó es que la democracia se construye cuando nos levantamos de nuestro lugar cómodo y exigimos nuestros derechos. Finalmente, los que tienen más poder para transformar la realidad nacional y no me refiero a los políticos, padecemos de decidia: Saber qué es lo que tenemos que hacer pero decidir no hacerlo.

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Muchos salvadoreños optan por irse del país ante la situación, usted es un profesional destacado, con estudios en el exterior y una brillante carrera, ¿por qué se queda y denuncia con tanto vigor esta situación?

Me quedo por mis hijos, ellos no merecen vivir en un país destruido por la avaricia irracional de pocos. Me quedo porque sé que la corrupción tiene sus días contados, simplemente es insostenible económicamente y ya nada está oculto. Me quedo porque en el país existe la esclavitud. La pobreza y el perpetuarla conduce a la esclavitud moderna. Si no pregúntale a más de cien mil mujeres que trabajan como empleadas domésticas, puertas adentro 15 días, sin vacaciones, sin derecho a salud, sin derecho a pensión, muchas de ellas son niñas menores de edad. “La injusticia en algún lado es injusticia en todos lados”. Yo nací en El Salvador y amo a mi país. ¿Por qué deberíamos de irnos los buenos? Que desaparezcan los pícaros y corruptos, que se vayan ellos.

 

¿Qué espera usted de la clase política actual? ¿cree que hay esperanzas de que pueda corregir esta realidad?

Hay dos clases de políticos actualmente, la mayoría son los viejos de pensamiento, los reenganchados, los que todavía creen que vivimos en conflicto de derecha contra izquierdas, los que se creen “políticos astutos”. De hecho, los partidos políticos actuales al ser dirigidos por ellos son así. Ellos no tienen esperanza, desaparecerán y la razón es porque el sistema agonizante actual está basado en mentiras y por eso no funciona. Si no, ve la negativa en entregar las fuentes de financiamiento de los partidos políticos, como un pequeño ejemplo. Hay una nueva ola de políticos que entienden que el nombre del juego ahora se llama: hacer las cosas bien, hacer realmente el trabajo por el cual fueron electos, esto requiere de habilidades que los residuos nocivos de pensamiento simplemente no tienen.

 

Usted es un profesional de la neurología, en su ramo de la ciencia en particular, ¿percibe usted afectaciones en la población debido a la violencia, la corrupción, la falta de transparencia?

Sin duda, se vive todos los días. El salvadoreño se ha vuelto desconfiado hasta de su propia sombra y con justa razón, hemos perdido empatía con los demás, es la ley de sálvese quien pueda. En los pacientes se vive como trastornos de ansiedad, irritabilidad o estrés. Está más que claro que en el pacto social el Estado sale reprobado, no hay ni un tan solo derecho ciudadano del artículo 1 de la Constitución que sea garantizado.

 

¿La violencia y la inseguridad son consecuencia o parte de la gran corrupción que usted denuncia?

El crimen organizado y el narcotráfico han infiltrado al Estado y desde hace mucho tiempo. Los dirigentes de los partidos políticos, en sus mentiras dicen que no pueden meter las manos al fuego por nadie cuando agarran a uno de sus diputados o alcaldes relacionados con el narcotráfico; otros han llegado al descaro de cuestionar de: “¿qué tiene de malo tener un asocio con un presunto capo de las drogas si nunca ha sido condenado?” ¿Alguna vez te has preguntado cómo las maras llegaron a ser 60,000 a lo largo de más de 20 o 25 años? ¿Por qué realmente nunca se combatieron? ¿En un espacio tan pequeño como nuestro país, crees que las fuerzas de seguridad no sabían a dónde estaban? Los han protegido. Ahora sabemos de pactos de partidos políticos con terroristas con fines de obtener o buscar votos, lo que no sabemos es si han tenido financiamiento del crimen organizado para sus campañas. Lo que no solemos remarcar lo suficiente es la tasa de impunidad sobre un asesinato que es del 96 % en nuestro país. ¿Por qué no hay investigación del delito? Cualquiera diría: es que no hay recursos o nuevamente la ineptocracia, eso es la superficie, cuántos jueces y policías son amenazados o comprados para hacerse de la vista gorda ante el crimen. Con la cantidad de celulares en los penales como un ejemplo sencillo ¿aún queda duda de que el sistema no está corrupto?



El Dr. Eduardo Lovo recibió el “Premio Al médico por logro de una vida mejor”, en el XXXII Congreso Científico Mundial en Salud IOCIM “En busca de una mejor vida”, que se llevó a cabo en la ciudad de Santiago, Chile, del 21 al 23 de abril.

El Dr. Lovo explicó así el homenaje recibido:

“El premio fue por investigación y trayectoria médica, esfuerzos en la búsqueda de la mejor vida. Pues es justo esto, el fin de la corrupción. En este momento requerimos de repudio internacional ante la corrupción, porque ese es el cáncer que está matando a nuestro país, son las mentiras oficiales del Estado y su falta de transparencia, la cual nos tiene sumergidos en esta nueva guerra; mienten sobre el buen vivir, sobre las pensiones, sobre el destino real de los préstamos, todo es verdades a medias. No lo digo como un espíritu atormentado o un fanático, la evidencia está en todos lados. Estoy ocupando todos los espacios internacionales para informar sobre la situación actual de nuestro país. Este es mi pequeño aporte”.

 

Perfil

El Dr. Eduardo Lovo es neurocirujano especialista en tumores cerebrales y espinales. Egresó de la Universidad Católica de Chile y realizó estudios de perfeccionamiento en el MD Anderson Cáncer Center y Johns Hopkins Medical Center. Fue el gestor principal del Centro Internacional de Cáncer, fundado en el 2011 en El Salvador, el cual posee la tecnología más avanzada en tratamientos de radioterapia y radiocirugía de la región.

También ha sido profesor invitado a conferencias magistrales en Estados Unidos, Europa, México, Centro y Sur América de temas variados, desde radiocirugía, cirugía de tumores, desarrollo de programas de salud en países de vías de desarrollo, corrupción y apatía social. Ha sido expositor en TED-X en dos oportunidades.

El Dr. Lovo es parte de Aspen Global Leadership Network y recientemente fundó su primera organización sin fines de lucro llamada Gris Positivo que pretende empoderar con información a pacientes que padecen tumores cerebrales y servir de vehículo para la creación del primer registro de tumores unificado en Centro América.